“La seriedad de un banco, la caridad de un convento, la disciplina de un cuartel” es el lema de las prisiones que ilustra muy bien tres ejes principales sobre los que se establece la dictadura franquista: la economía capitalista, la iglesia y el ejército. Tres sistemas basados en estructuras jerárquicas de poder que las pensadoras feministas han identificado como patriarcales. El patriarcado ha servido para señalar la generalización de la hegemonía de un sistema familiar, social, ideológico y político con el que los hombres -a través de la fuerza, la presión directa,la tradición, la ley, o el lenguaje, las costumbres, la educación y la división del trabajo- determinan cuál es o no el papel que las mujeres deben interpretar con el fin de estar en toda circunstancia sometidas a ellos (1). A pesar de la crisis actual de los modelos patriarcales (2), se trata de un sistema de hondas raíces políticas, culturales y psicológicas que no son fáciles de identificar ni erradicar porque podemos considerarlas “normales”, no “normativas”, y por tanto, sus formas pueden perpetuarse y encarnarse en nuestros cuerpos, nuestros deseos, nuestra vida.
REFERENCIAS:
REFERENCIAS:
- Cuerda de Presas, escrito por Jorge García y dibujado por Fidel Martínez, Astiberri, 2005.
(1) Sau, Victoria (1990): Diccionario ideológico feminista, Icaria Editorial, p 237.
(2) Castells, Manuel; Autor Martínez Gimeno, Carmen (2001): La era de la información. Economía sociedad y cultura: el poder de la identidad, siglo XXI, p 163.
(1) Sau, Victoria (1990): Diccionario ideológico feminista, Icaria Editorial, p 237.
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